Esperaba impaciente en la estancia de la oficina del máximo sacerdote, no podía mantenerse quieto, lo que estaba a punto de tratar era algo que le cambiaría la vida completamente, por fin entró a la oficina del sacerdote, de golpe se inició la conversación:
¿Por qué pides más de lo acordado? -Preguntó el sacerdote
No será fácil tarea, mi moral todavía está renuente -Le contestó
Pero si sólo es un beso -le recriminó el sacerdote
La conversación siguió hasta que acordaron el precio final, salió de prisa, a escondidas, por callejones obscuros, llegó un poco después de la hora al lugar de la cita, llegó cuando estaba iniciando la cena, al terminar y cuando escuchó la voz del principal que le dijo: “Ve y haz lo que tengas que hacer”, se levantó y salió...
Se llamaba Judas Iscariote y el precio... 30 monedas.
Si vas a vender tu alma...
que sea a buen precio !!
Pensar es...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario