Le gustaba caminar el trayecto de su casa al trabajo, así podía disfrutar del paisaje, de la gente, bueno, la verdad es que sus vecinos no eran muy amables, envidiaban...
...a la familia que formó,
...el trabajo que tenía.
El trataba de convencerlos de que todos podían tener "la suerte" que le tocó, trabajando, esforzándose, pero ellos... ellos no hacían caso.
Trató por mucho tiempo de convencerlos, pero no lo logró, seguían igual, con las murmuraciones, habladurías y envidias... él sufría por eso hasta que un día, se decidió a vivir su vida y dejar que los demás vivieran la suya...
ahora caminaba feliz, sin interrupciones, sin sufrimiento.
Comprendió la frase que le decía su abuelo...
Nunca llegarás a tu destino,
si te detienes a tirar piedras...
a cada perro que te ladre !!
Pensar es...
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