Estaban muy emocionados, habían llegado al mismo río donde bautizaron al Maestro, querían ver la luz que Él vio...
...el río ya no era el mismo de antes,
...pero conservaba su magia,
...se convirtió en un santuario.
Se sumergieron y dentro del agua abrieron los ojos, no se veía nada a través de las aguas turbias del río y sin darse cuenta llegaron a la parte profunda, sus pies se enredaron con unas ramas, y al fin... al fin vieron la luz!!
Se habían ahogado de la emoción... una ironía!!
El agua hace flotar el barco...
pero también puede hundirlo!!
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