Existió un gobernante de un país lejano que un día, al final de un discurso que para él fue muy emotivo y al ver que no provocó ni un solo aplauso en los asistentes, se irritó tanto que, sin darse cuenta, frente al micrófono dijo: "Ya sé que no aplauden".
Otro día, una joven escolar contó frente a la clase un chiste que a nadie causó cosquillas y recordando al gobernante se apresuró a decir: "Ya sé que no aplauden" ... lo que ... ahora sí ... causó la hilaridad total.
"Tristemente, hemos dejado que los mediocres
... nos gobiernen !!"
Política sí ... políticos no !!
Es increíble que haya gente que si los aplaude, los que votan por ellos y después salen defraudados.
ResponderBorrarSaludos.
No queremos despertar y tristemente los hemos dejado.
ResponderBorrarUn abrazo
La demagogia es convincente y los pueblos suelen comer cuento. El populismo es por demás una estrategia engañosa, que como un anzuelo los pueblos muerden.
ResponderBorrary vaya que han mordido ... los políticos siguen ahí !!
BorrarUn abrazo